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Fisting el placer de los puños

fisting sexual

Dentro de la gran variedad de prácticas sexuales que existen, el fisting puede provocar mucho placer. Destaca por su intensidad y está especialmente indicado para amantes del hardcore, ya que no es una práctica recomendada para quienes no busquen emociones fuertes.

Experimentar placer sexual con los puños es tan excitante como cualquier otra manera. Eso sí, se recomienda tomar ciertas precauciones para que no se convierta en un recuerdo desagradable. Así mismo, recurrir a accesorios o juguetes sexuales como los de diversual puede ser una buena manera de aumentar las sensaciones positivas de esta experiencia.

¿Qué es el fisting?

El fisting es el término utilizado para describir la penetración total de la mano, hasta la muñeca, en la vagina o el ano. Se considera una técnica sexual avanzada. Se puede hacer como actividad individual o con una pareja como parte del juego previo o del sexo.

Para aquellas personas que están cansadas o aburridas con su vida sexual, utilizar los puños es una manera muy efectiva de introducir matices diferentes a las relaciones. Como bien puedes imaginar, se recomienda hacer con el consentimiento de ambas partes, puesto que hacerlo en frío y sin avisar puede suponer problemas para algunas personas.

El fisting debe ser abordado con precaución; puede resultar en desgarros vaginales o anales que pueden aumentar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Por eso, se recomienda tener cierta información sobre cómo maniobrar de forma segura y placentera.

Fisting y enfermedades de transmisión sexual (ETS)

En términos de riesgo de fisting, depende de si estás en la parte pasiva o activa. Si eres tú quien recibe la práctica del fisting, normalmente no estás siendo expuesto a ningún fluido corporal de tu pareja (solo su puño), por lo que esto sería en realidad un bajo riesgo de contraer el VIH y otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).

Si eres la persona que inserta el puño, es casi seguro que estés expuesto a la sangre de tu pareja (el sangrado es un hecho común durante el fisting). Si tienes algún corte o herida abierta en la mano por donde el virus puede entrar a tu torrente sanguíneo, entonces estarías en riesgo de infección. Si no hubiera ninguna abertura para que el virus entre en tu torrente sanguíneo, entonces tu riesgo sería pequeño.

Así que la clave aquí es: ¿había alguna abertura en tu mano que hubiera permitido que el VIH entrara en tu torrente sanguíneo? Sin cortes ni llagas abiertas en las manos, la piel proporciona una excelente barrera contra las infecciones. Pero si hubiera cortes/heridas, estarías en riesgo de infección.

En el futuro, la mejor manera de reducir el riesgo sería usar un guante de látex en la mano. Estos están disponibles en muchas tiendas. Además, después de practicar el fisting, es muy importante lavarse bien las manos, no sólo para eliminar la sangre, sino también para despojarse de las infecciones bacterianas y virales a las que haya estado expuesto (como la Hepatitis A).